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14 junio 2010

El mal de Parkinson afecta la fuerza física y mental de las personas

Lo simple se hace difícil

La enfermedad de Parkinson puede llegar a limitar el movimiento de las personas, hasta el punto de que pueden necesitar ayuda para su desplazamiento.


El Parkinson es una afección que, aunque no suele ser mortal, trae consigo una serie de limitaciones, que hacen que la persona permanezca postrada en la cama, o se le dificulte expulsar la materia fecal, ocasionando otras complicaciones como neumonía y úlcera.
Existe un mal que hace que, para muchas personas, acciones tan cotidianas como destapar una gaseosa o acariciar a un hijo, sean toda una odisea que los deja agotados y con una enorme sensación de impotencia: la enfermedad de Parkinson.

El jefe del Servicio de Neurociencias del Hospital Pablo Tobón Uribe, Basilio Vagner, describe este mal como un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce, con el tiempo, a una discapacidad progresiva, ocasionada por la lesión de un tipo de células nerviosas, conocidas como neuronas pigmentadas de la sustancia negra.

Para comprender la afección es necesario saber que en varias partes del sistema nervioso, se produce una hormona llamada dopamina, una sustancia química que permite el paso de información de una neurona a otra y que, según su localización, cumple diversas funciones, como regular el movimiento corporal y la motivación, intervenir en los procesos de sueño y atención, y hacer parte de las funciones cognoscitivas y el aprendizaje.

Este es el motivo por el que el Parkinson afecta tanto al cuerpo como a la mente. “Este mal se caracteriza por que el paciente presenta rigidez muscular y temblor al adoptar ciertas posturas, generalmente de reposo, y altera también las funciones cognitivas y la expresión de las emociones, debido al daño producido en el cerebro”, explica el experto.

A todos por igual

Hombres y mujeres de cualquier nacionalidad, pueden verse afectados por este mal, que suele presentarse sobre todo en personas con más de 60 años de edad, aunque Vagner asegura que en algunos casos puede aparecer más temprano.

“Aunque existen formas que evolucionan de manera más lenta y sin manifestaciones evidentes, tal vez un temblor muy leve o una alteración de la marcha casi imperceptible, hay otras muy agresivas, en las que el deterioro de las funciones cognitivas y motoras sucede de manera más rápida”, señala el neurólogo, quién agrega que no hay ningún elemento que permita determinar si éste va a ser benigno o agresivo.

Vagner afirma que esta enfermedad puede ser tratada mediante fármacos, los cuales, aunque no la curan, ayudan a controlar el temblor, la rigidez y las alteraciones del afecto, retardando su progresión. “Existen también otros tratamientos, de naturaleza quirúrgica, entre los que se encuentran los neuroestrimuladores, que ayudan también a controlar el temblor”, apunta el médico.

Algunos pacientes reciben, además, terapia y rehabilitación, para tratar el aumento en el tono muscular, que es el causante de la rigidez. Por otro lado, la dieta de estos pacientes debe ser modificada, debido a que la enfermedad puede traer alteraciones de la nutrición y, en caso de estar recibiendo tratamiento farmacológico, debe hacerse una evaluación, para evitar el consumo de alimentos que interfieran con el efecto de los medicamentos.

Cambios de rutina

Pero no sólo los aspectos fisiológico y mental del paciente con enfermedad de Parkinson se ven alterados, ya que, a nivel social y laboral, la vida de esta persona puede sufrir cambios drásticos, debido a las limitaciones en el movimiento que pueden impedirle realizar de manera eficiente su trabajo, o privarlo de hacer parte de ciertas actividades sociales.

“Aunque puede ser gente muy independiente, también se pueden ver muy limitados, por lo que algunos necesitan de un cuidador, que es generalmente un familiar, cuya rutina se ve también alterada, pues tendrá que levantarse temprano y acostarse tarde para colaborarle en todos sus requerimientos, o ayudarle a desplazarse en la silla de ruedas, en los casos en la que ésta se hace necesaria”, refiere el galeno.

11 Comentarios:

  1. BUENO... Duro ,pero es lo que hay,vivamos el presente,y el futuro...DIOS DIRA
    Te esta quedando precioso el blog

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  2. Anónimo6:05

    GUSTA Y SIENTO GRAN AFECTO POR UN HOMBRE Y EL ME PRETENDE, YO DESEO CORRESPONDERLE NO ME IMPORTA SU ENFERMEDA SUFRE DE PARKINSON, ... SOLO TEMO A QUE EN EL FUTURO SE VUEVA AGRESIVO.....

    Y NO SE COMO SERA LA ACTIIDD SEXUAL, EL TIENE 58 AÑOS Y YO 55 AÑOS

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    1. Hola, gracias por el comentario.
      Comprendemos tus temores pero queremos decirte que las personas con Parkinson no se vuelven más agresivas, no es algo propio de la enfermedad. Si bien los pacientes de Parkinson pueden sufrir depresión o, como efecto de los medicamentos, ansiedad y otros síntomas psicológicos, la agresividad no es uno de esos síntomas. Cualquier persona puede ponerse agresiva pero no a causa del Parkinson, así que no tendrías que preocuparte por ello.
      Te gusta y sientes afecto por un hombre, eso es lo primero. Ese hombre además tiene Parkinson, y está muy bien que te informes qué esperar pero tú sabes que, en asuntos de atracción y de amor, no hay ninguna garantía, sin que tenga ninguna relación el Parkinson. La actitud sexual guarda mucha relación con el deseo, que está en la mente, no en el cuerpo. Si un hombre o una mujer sienten deseo por otra persona, buscan las formas de satisfacer ese deseo, y el Parkinson no impide mantener relaciones sexuales placenteras. La idea de que los adultos o las personas con Parkinson no tienen deseo sexual no es sino uno de tantos prejuicios, que a veces esas mismas personas llegan a creer. Pero no son ciertos ni válidos.
      La sexualidad humana es muy amplia y variada, conducida siempre por el deseo y la imaginación. Si el hombre que te gusta siente deseo y se permite ser imaginativo, si ambos dialogan sobre sus deseos y gustos, no tengas dudas de que podrás tener una relación plena.
      Adelante, que hay mucho por disfrutar en esa relación, que no te frenen los temores. Enfréntalos junto con él y verás que los dos se sentirán muy acompañados. Informarse y conocer sobre la enfermedad ayuda mucho a sacarse los temores, te felicitamos por hacerlo.
      Mucha suerte para ti y para el hombre que te gusta, está en vosotros la posibilidad de vivir vuestra relación y ser más felices.
      Cariños.

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    2. Tal vez puedas encontrar de utilidad el capítulo sobre sexualidad de la guía que se encuentra en este artículo: Consejos sobre psicología para enfermos de Parkinson.
      Saludos y no dudes en escribirnos cuando quieras.

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  3. Anónimo12:43

    He cuidado de mi padre con esta enfermedad y es muy absorbente, mi padre fue una persona que se cuidaba al máximo en todos los aspectos, peeo se le asociaron muchas enfermedades que nunca tuvo además de la demencia~alzheimer la rigidez le producía un estado de furia cuando pensaba en todo lo que se cuidó para nada..lo hizo ser un enfermo muy difícil se cuidar y provocó que mi hermano me dejara sola ante la adversidad, con todos los problemas que ya tenía, mas los viajes a médicos, papeleo, comprar cocinar limpiar y las atenciones escatologicas a diario hasta su fallecimiento.El estrés producido en mi me preocupa pq empiezo a tener rigidez, falta de memoria y dolor insoportable, me han diagnosticado fibromialgia, puede deberse a tanto estrés y es pasajero? O es como el parkinson, que va a más? Y es hereditaria esta enfermedad del parkinson?

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    1. Hola. Lamentamos mucho lo que nos cuentas, por tu padre y por tu familia.
      Sobre lo que nos consultas, los casos de Parkinson "hereditario" son muy escasos. Lo que nos comentas sobre la atención a tu padre y la situación familiar provoca muchísimo stress, angustia, sentimientos de abandono y soledad, que de por sí suelen dar alertas en el cuerpo. La fibromialgia podría ser un efecto del cuidado de tu padre; no se les entrena a los cuidadores familiares a cuidar su propio cuerpo para evitar enfermedades típicas de malas posturas, de esfuerzos desmedidos, de escaso descanso... Al cuidador familiar no se le enseña, por ejemplo, cómo pararse para que su espalda no sufra al movilizar al paciente, ni cómo utilizar sus brazos para no sobrecargar el esfuerzo en las manos: casi nada se les enseña y tenemos familiares que sufren por la enfermedad de sus allegados y por enfermedades que el cuidado les provoca.
      Si la fibromialgia puede ser un efecto del cuidado de tu padre, es muy posible, así como el stress, los dolores y los problemas de memoria. Desde luego que tú debes consultar con tus médicos sobre lo que te está sucediendo, para emprender los tratamientos pertinentes y, si temes a la posibilidad de sufrir de Parkinson, también para saberlo. Es imposible diagnosticar nada desde aquí, pero es altamente posible que estés sufriendo los efectos de haber cuidado por ti a tu padre, sin ayuda de tu familia, sin los conocimientos profesionales para hacerlo. Y si puedes acudir a a terapia psicológica, te lo sugerimos, las distintas terapias se complementan y potencian.
      Es muy duro lo que has pasado, pero ahora te debes a ti cuidarte, sentirte bien por haber hecho lo que sentiste que debiste hacer y recordar lo mejor de tu padre, quien seguramente querría verte en tu plenitud.
      Un fuerte abrazo, gracias por escribirnos y estamos en contacto, cuando gustes.

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  4. yo tengo 39 anos y fuy diagnosticada con mal de parkinson me siento muy mal aninimica mente siento que mi vida termino mi miedo ahora esque tengo tres hijas que necesitan de mi como voy a poder sacarlas adelante aparte que no se como voy aser para comprar el medicamento que me reseto el doctor porque es muy caro

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    1. Estimada mary. Lamentamos el diagnóstico y tu estado de ánimo que, desde luego, comprendemos muy bien. Los primeros tiempos posteriores al diagnóstico son muy arduos, es un fuerte impacto y todo es incertidumbre. No diremos que luego todo es alegría, pero podrás convivir contigo y tus circunstancias. Nada fácil, y por ello, cuanta más compañía y ayuda, mejor.
      Muchos de nosotros fuimos diagnosticados siendo personas jóvenes o lejos de la edad madura, con hijos pequeños o adolescentes, en pleno trabajo o estudios, con un plan de vida que, de un momento para otro, parece desvanecerse. No es necesariamente así. Algunos podemos continuar trabajando, otros, no, y todos nos preocupamos mucho por nuestros hijos.
      No sabemos dónde resides pero procura averiguar si en tu país/región hay asociaciones de personas con Parkinson, te ayudará a conocer más sobre cómo lidiar con la enfermedad, si hay pensiones o ayudas económicas del estado, quizá brinden terapias complementarias y, seguramente, encontrarás personas con quienes compartir tus miedos y recibir su solidaridad.
      Eres una persona muy joven y puedes tener una buena vida durante muchos años; procura cuidar tu cuerpo y tu ánimo, por ti y por tus hijas. Los tratamientos mejoran y posiblemente mejorarán mucho más (la cura, esperamos todos); mientras, debemos mantenernos cuanto mejor podamos, en todos los aspectos.
      Quienes integramos EPIT somos personas diagnosticadas siendo jóvenes. Algunos llevamos muchísimos años desde el diagnóstico. Tuvimos sentimientos similares a los que nos cuentas. Claro que nuestras vidas cambiaron pero de diferentes modos, no se terminaron, aunque alguna vez quizá lo sentimos. Algunos ya somos abuelos, nuestros hijos han crecido y hemos podido cuidar de ellos.
      Paso a paso. Permítete sentirte mal pero créenos que se puede vivir con Parkinson, procurando mantener nuestra autonomía, cuidando a nuestros hijos, cerca de amigos, familia y otras personas que viven estas mismas experiencias.
      Sobre el medicamento que te recetó el médico, también por ese tema te sugerimos con afecto que contactes con una asociación de personas con Parkinson de tu zona, puede haber algún plan para adquirirlo a menor costo, farmacias solidarias, cobertura para pacientes crónicos, etc., según cada país y/o región. Si quieres, nos escribes y nos cuentas dónde vives y cuál es el medicamento, veremos si podemos comunicarnos con asociaciones con las que mantenemos contacto.
      Ánimo, estimada mary, y no temas pedir cuanta ayuda precises.
      Saludos y un fuerte abrazo.

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  5. Buena noche mi padre actualmente sufre de Parkinson y realmente es muy difícil y complicado el cuidado además de desgastante como para mi madre como para los hijos mi pregunta es la siguiente mi padre le hicieron una cirugía en la cabeza y le colocaron otro aparato en el pecho que es como una batería la cual la cargamos con otro aparato cada 8 días, pero ya de unos meses para acá mi papá no quiere bañarse escupe por toda la casa es muy terco no hace caso se vuelve agresivo en las noches no duerme mucho y nos hace levantar seguido a perdido mucho peso y ps aún camina con dificultad como otras veces camina solo si ayuda de nadie ni de caminador quisiera saber si estás actitudes son normales sobretodo del desaseo personal que el a adquirido ps se molesta cuando uno lo baña a las malas y sobretodo escupe por toda la casa no le importa si es en La Cocina sala donde sea pero algo particular cundo se lleva al médico salir algún lado no escupe quisiera recibir un consejo o ayuda para manejar estos comportamientos ps ya estamos agotados Gracias por la atención

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    1. Hola, Henry Moreno. Lamentamos la situación que nos comentas.
      Acerca de los síntomas que presenta tu padre, muchos de ellos son usuales en la enfermedad de Parkinson: insomnio, pérdida de peso, dificultades motoras, y, posiblemente, depresión y/o ansiedad. El desaseo, la agresividad y lo que piensas como terquedad pueden ser indicios de problemas no motrices sino neuropsicológicos como los mencionados (el deterioro cognitivo tampoco es ajeno al Parkinson, además). Sobre el escupir, el Parkinson puede provocar exceso de salivación, así como problemas de deglución que hacen que tu padre precise hacerlo; si, además, sufre de algunos de los problemas no motores neuropsicológicos, a esa necesidad que produce la enfermedad se la podría comprender mejor en el marco de otros síntomas no motores frecuentes como la depresión y la ansiedad.
      Por lo que nos comentas, el cuidado de tu padre ha complicado el funcionamiento entero de la familia; es harto comprensible y no hay culpas. Ten presente que también para tu padre su vida se ha visto convulsionada y que sin dudas nota las complicaciones en la familia, y le afectan. Si ello incide en alguno de sus comportamientos, no lo sabemos. Sabemos que es muy difícil para todos, que cuidar a una persona con una enfermedad crónica y progresiva es difícil, que los roles familiares se alteran, así como las rutinas y los espacios de cada quien.
      En este sitio puedes encontrar varios artículos sobre los cuidadores, familiares, etc., aunque pensamos que sería de mucha ayuda para vosotros dialogar a fondo con el médico sobre los posibles tratamientos a los síntomas de tu padre que describes, y realizar consultas con un psicoterapéuta, tanto tu padre como los integrantes de la familia más involucrados en el cuidado y la convivencia. Ambos aspectos son complementarios: mejorar el tratamiento de los síntomas de la enfermedad, revisar si ciertos comportamientos se relacionan con ella, y buscar apoyo y orientación para que tu padre encuentre ayuda a eventuales síntomas neuropsicológicos, y la familia en conjunto, herramientas para encarar esta realidad que ha modificado sus vidas.
      No sabemos nada sobre la personalidad de tu padre, pero conocemos sobre cómo afecta esta enfermedad. Si tu padre no era una persona desaseada y ahora rechaza asearse, puede sufrir de depresión, de temor a lastimarse o caerse y tanto más; bañarlo a las malas sólo provocará más agotamiento e irritación en él y en la familia. Insistimos en que es difícil cuidar a una persona enferma, y por ello se precisa toda la información y el apoyo médico y comunitario que se pueda procurar.
      En este sentido, si en la región donde resides hay una asociación de personas con Parkinson, acudan, será de mucha ayuda; si hay posibilidad de que tu padre realice fisioterapia y logoterapia, no lo duden.
      En breve, los síntomas que nos comentas son frecuentes, y los comportamientos posiblemente son indicios de otros problemas. Pueden mejorar, sin dudas, y para ello necesitan un abordaje integral. Y la familia precisa saber más sobre la enfermedad y hacerse de herramientas para evitar desmoronarse.
      Desde aquí, te acompañamos con la información que pueda ser de utilidad y la comprensión de la complejidad de las vivencias que están atravesando. En contacto, cuando quieras.
      Saludos fraternales a ti y a tu familia.

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    2. Te sugerimos amablemente, Henry, que eches un vistazo a esta guía de Consejos sobre psicología para pacientes con enfermedad de Parkinson y sus familiares, que también puedes descargar clickeando AQUÍ.

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