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02 marzo 2011

Una entrega especial.

Gracias Quin.

QUERIDA NELY:
MIGUEL TODOS LOS AÑOS ME ANIMABA A ESCRIBIR UN RELATO PARA PARKINSON ASTORGA, ESTE AÑO ESCRIBÍ ALGO, PERO AL FINAL HE DECIDIDO ENVIARLA A LOS QUE FUISTEIS AMIGOS DEL DESTINATARIO, ESPERO QUE TE GUSTE, Y LO CUELGUES EN TU BLOG.

UNA ENTREGA ESPECIAL.
Navegando por la red, conocí a un ser especial, mi gran amigo, caballero de la triste figura, que leía mis relatos y me daba ánimos para no arrojar la pluma y seguir escribiendo. Él era, el que me avisaba, del comienzo de algún concurso para enfermos de párkinson. Antes de enviar el relato, el me daba el visto bueno, y me animaba, cada año me daba fuerzas para seguir escribiendo.
Este año es distinto, ya no puedo hablar con él, un parkinsoniano luchador en cualquier lado, siempre tirando para adelante, plantándole cara a párkinson.
Pero no es por un enfado, o porque la conexión a internet haya fallado. No es porque sea carnaval, o por que tenga reunión con un alto cargo.
Este año es distinto, este año he aprendido, que qué verdad es, que párkinson no mata, que otros no tuvieron la suerte de haber sido por el invadido.
Cuantas veces hablamos querido amigo, de que hay que tener esperanzas, en los que en silencio investigan. A los que hoy les digo, que tienen un gran aliado, que seguro que entre ellos, hoy esta paseando, revisando las notas que sobre las mesas van dejando, para ver si algo se ha pasado, para ver qué es lo que ha fallado. El no es investigador, es un ángel que Dios a su lado llamo.
Si colectivo amigo, que a párkinson cada día nos enfrentamos, hoy en el cielo tenemos un gran aliado. Era maestro, en las aulas primero, después fue embajador, cruzo muchas fronteras.
Nada se le ponía por delante, y quiso ser pelegrino, acompañado por luchadores de párkinson, vi su alegría en videos y fotos, cuando su hazaña en la plaza de Obradoiro había culminado, y junto a sus compañeros luchadores, otro escalón en su lucha había salvado. Que bonito recuerdo tendrán aquellos que marcharon a su lado.
Pero todo acaba en la vida, injustamente sin avisar, sin importar que tienes niños a los que criar y una esposa a la que amar.
Este año no hare un relato, este año dictare una carta, que mis torpes dedos, bailaran en el teclado con gracia, y mi mente se relajara, pues el destinatario es alguien muy especial.

Sevilla uno de marzo de dos mil once.
Mi querido amigo:
No sé cómo empezar, pues es duro lo que te tengo que contar.
¿Te acuerdas de las tardes de charla en la red, en la que me decías?, algunos creen que por tener párkinson van a morir, lo que no saben que serán viejos, con el acuesta y conocerán a los que comienzan. Sonreirán al verlos, pues en ellos verán a su vivo reflejo.
Ahora es carnaval, mi querido gaditano, cuantas tardes hablando de comparsas y murgas, de aquel cuarteto que no te ha gustado y a cuartos ha pasado.
De que has llegado a Chile, a Argentina, a Uruguay, todo ello a través de la red, que emocionado estabas, y como sonreías el día que te dije, embajador de párkinson por el mundo, has cruzado fronteras, para tender tu mano al que comienza.
Cuantas manos tendidas, en este mundo has dado, sin importarte la raza, ni a quien se la has estrechado. Yo tuve la suerte, de un día conocerte, después de muchos años, por fin pudimos vernos.
No te preocupes de mis ojos mojados, es el humo del algún cigarro, que ha pasado por mi lado, ni le eches cuenta a esta lagrima que por mis mejillas ha resbalado, es la alegría de decirte, que brindaremos algún día, porque los pies al ocupa han parado.
Pero yo brindaren en la tierra, alzare la copa muy alto, pues ha de llegar este brinde a un lugar sagrado. Mi brinde es especial, y la alegría no será igual, pues con quien debía de brindar, se fue de mi lado.
Aquí comienza el final y lo más duro que mi mente ha de dictar, mis dedos se vuelven torpes, por mis mejillas cascadas comienzan a bajar.
Que duro querido amigo, el cierre de esta carta, que tus ojos no leerán, pues marchaste de la tierra en plena Navidad.
Mi querido Miguel que seguro que me veras de los cielo, aplaudiéndome estarás al ver que sigo luchando y ayudando a los demás.
Protégenos con tus alas, y vela por nosotros, parkinsonianos, grupo de luchadores, que de ti aprendieron, levantarse después de la caída, no mirar para atrás y caminar siempre hacía adelante. Que el pasado enterrado esta, y ellos vivirán, esperanzados lucharan, aprendieron de ti, a no encerrarse y siempre sonreír, al mal tiempo buena cara, para que no hable mal de ti.
Alzo mi copa al cielo, para brindar por ti, y con una sonrisa en los labios, entre sonrisa y llanto, entre alegría y dolor, te digo amigo mío, que tu vuelo emprendiste no por párkinson haber sido vencido.
Gaditano que me ves desde el cielo, esta carta la cierra, un sincero descanse en paz, amigo mío, que me ves desde las alturas, gracias por enseñarme...........que la batalla a la que me enfrento será cada día más dura.
Pero con lucha y esperanza, que importa a lo que me enfrente, si se que desde los cielos, me das animó para ser cada día más fuerte.
Gaditano de los cielos, andaluz de alas blancas, español defensor, de la luchar en la batalla. Se que nos das fuerzas desde el cielo, animo al que arroja la toalla, para que la agarre fuerte, y sepa vivir con esperanza.
Hasta siempre querido amigo, parkinsoniano no vencido, pues párkinson no te venció, fue la maquina más perfecta la que acabo contigo.
UN BESO QUIN

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