Estudian efecto de la taurina en células madre para tratar Parkinson y Alzheimer

Experta. La doctora Pasantes lleva más de tres décadas en el estudio de la taurina. Foto: amc
Investigadores del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM estudian el papel de la taurina para que las células madre proliferen y trasladen con el fin de sustituir a neuronas que fueron dañadas por enfermedades como el Alzheimer, Parkinson o el proceso de envejecimiento.La doctora Herminia Pasantes señala que al estudiar las células madre observaron que la taurina aumenta su proliferación. El siguiente paso, añade, será saber si es necesaria para su migración; después buscaremos el mecanismo mediante el cual realiza estas acciones.Pero no sólo tendrá beneficios en la salud, dice la investigadora, sino que también con ese esquema explicaremos por qué es importante esta sustancia en la maduración correcta del cerebro.ESTUDIO. La investigadora del IFC indica que la taurina es un aminoácido que se encuentra en los tejidos de muchos animales, incluidos los seres humanos, y podría desempeñar un papel decisivo para que esas células madre se trasladen eficientemente a los sitios donde sean requeridasLa doctora Pasantes lleva más de tres décadas en el estudio de la taurina y con sus conocimientos sobre la importancia de este aminoácido en el desarrollo del cerebro.Por esto, el equipo de investigadores dirigidos por Pasantes buscan saber si la taurina participa en los mecanismos por los cuales las células troncales generan otras que podrían diferenciarse y trasladarse a lugares donde algunas neuronas murieron por accidentes, enfermedades neurodegenerativas o por envejecimiento.“Nuestras investigaciones nos dan una razonable certeza de que la taurina será un factor que facilite ese proceso, y de que, al igual que lo hace en el cerebro en desarrollo, favorecerá la proliferación y la migración de las células madre adultas para dirigirlas a los sitios donde sean requeridas”, reiteró.OBSTÁCULOS. La doctora Pasantes señala que el traslado de células de otro tipo puede ser más sencillo, pero con las del cerebro el proceso se complica porque no basta con tener una célula madre con el neurotransmisor de la neurona que murió, sino que debe llegar al sitio donde ocurrió la pérdida y restablecer los contactos funcionales que tenía con otras.“Supongamos que la célula madre ya se diferenció en la neurona que liberará el neurotransmisor que hace falta: la dopamina para atenuar el Parkinson, entonces hay que colocarla en el lugar donde murió la original y esperar a que haga el contacto adecuado con las otras, para que les dé la orden y se restablezca el control motor perdido en el paciente”, explicó Pasantes.FUNCIÓN DE LA TAURINA. La investigadora señala que si la taurina faltara en el desarrollo del cerebro, la migración y la organización de las neuronas no resultarían exitosas.Por esto, agrega, es de gran importancia que las mujeres embarazadas y los recién nacidos (hasta los dos o tres años) tengan el aporte necesario de ese aminoácido.Explica que se creía que la taurina sólo estaba en la carne, pero en sus trabajos halló que está en las oleaginosas (nueces, pistaches, avellanas) y de las leguminosas (todas las variedades de frijol.Con estos resultados aconseja a las mujeres gestantes que, si no comen carne, no dejen de consumir frijoles y, después del destete, proporcionen al niño una dieta que los incluya.Finalmente señala que si una mujer tiene varias gestaciones sucesivas y no alcanza a rellenar su “depósito de taurina”, habrá menor cantidad en su leche y surgirán dificultades en el desarrollo del cerebro del lactante. De ahí la importancia de proporcionar un suplemento, para asegurar que el pequeño obtenga el aminoácido al ser amamantado.