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29 octubre 2012

El cuidado dental requiere mayor atención en los enfermos de Parkinson


Si tú o un ser querido están viviendo con la enfermedad de Parkinson, seguramente son conscientes de su complejidades. Entre ellas, algo que a menudo se pasa por alto tanto por neurólogos como así por las personas con Parkinson es la salud dental.

¿Por qué es tan importante abordar los temas de la salud dental? Una pobre higiene dental puede afectar a la nutrición, aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular y de deterioro cognitivo, y llevar a la pérdida de peso.
El Parkinson a menudo plantea desafíos únicos en el establecimiento y mantenimiento de una eficaz estrategia de tratamiento dental. Personas de todas las edades con Parkinson se enfrentan a retos similares, pero para aquellos que son mayores los problemas pueden ser especialmente serios.
La conjunción de los factores para la disminución del cuidado dental en el Parkinson es tanto de índole físico como de comportamiento.

Las barreras físicas
Los síntomas físicos del Parkinson presentan desafíos tanto para la higiene dental diaria en el hogar como para la consulta periódica de exámenes.
En 2000, David Kaplan, odontólogo de la Universidad de Columbia, señaló que en las personas con Parkinson "los componentes principales de la higiene oral y los programas de atención domiciliaria requieren atención a la coordinación músculo-ojo, destreza digital y control del contacto de la lengua y mejillas con los labios. El temblor y la consiguiente pérdida y/o la disminución de las facultades anteriores mitigan procedimientos eficaces de higiene oral".
En efecto, a causa de la disminución de la función motora, casi la mitad de las personas con Parkinson tienen dificultades con su régimen de higiene dental diario. Por ejemplo, las personas con Parkinson tienen menos probabilidades que otros en su grupo de edad para limpiar su dentadura diariamente.
Síntomas del Parkinson tales como temblor, rigidez, y postura anormal pueden hacer el examen de un dentista más difícil. La capacidad debilitada para tragar puede aumentar el riesgo de ahogamiento de algunos tratamientos que normalmente utilizan los dentistas.
Además, las personas con enfermedad de Parkinson que han estado en tratamiento con medicamentos como la levodopa durante varios años pueden comenzar a desarrollar discinesias, que pueden afectar la mandíbula (se las llama discinesias oro-bucales), así como dientes de molienda, ambos de los cuales pueden crear problemas durante exámenes dentales y en cuidado dental en el hogar.
Las personas con Parkinson también pueden experimentar sequedad de boca, que puede contribuir a empeorar las dificultades para masticar o producir incomodidad en la dentadura.

Barreras conductuales
Además de las dificultades relacionadas con la motricidad, en el Parkinson se pueden producir cambios de comportamiento que pueden impactar negativamente en el cuidado dental.
Éstos incluyen la apatía, la depresión y la falta de memoria, lo que puede llevar a una persona con Parkinson a prestar menos atención a su salud dental diaria.
Otros cambios de comportamiento pueden afectar la nutrición. Por ejemplo, las personas con Parkinson requieren una mayor ingesta de calorías que quienes no tienen Parkinson, pero algunas personas en realidad experimentan disminución del apetito.
Este problema, unido a la mala higiene dental, a menudo conduce a una tendencia a evitar alimentos ricos en nutrientes, como las verduras, que requieren la capacidad de masticar bien. Esto también puede conducir a algunas personas a desarrollar un "diente dulce", una apetencia por los dulces, que puede exponerlos a un mayor riesgo de caries.
Las personas con Parkinson también pueden experimentar algún nivel de deterioro cognitivo, que va de leve a severo. Ello a veces conduce a una disminución en la práctica y la eficacia de muchas rutinas de cuidado personal, incluyendo rutinas de higiene dental.
Las personas que experimentan cambios cognitivos también es más probable que pierdan citas con el dentista y tengan menos probabilidades de expresar quejas de dolor dental a sus cuidadores o dentista, es decir, los problemas pueden avanzar sin resolverse durante mucho tiempo.
Hay señales tempranas para buscar si estás preocupado de que tu propio cuidado dental o el de un ser querido esté en declive. Incluyen el cepillado de dientes infrecuente, dificultades para el enjuague, pobre cuidado diario dental, cuidado dental deficiente y problemas durante las comidas.

Estrategias para mejorar la atención dental
Es evidente que la atención temprana al cuidado dental preventivo es lo mejor. Entonces, ¿qué puede hacer una persona para asegurarse de que el Parkinson no se interpone en el camino de una buena higiene dental?
Aquí hay algunos consejos:
- Mantentener el cuidado dental en casa. Quizás la más simple intervención es un cepillo de dientes eléctrico, que proporciona movimientos repetitivos que protegen los dientes más eficazmente.
- En algunas personas con la enfermedad de Parkinson, las estrategias preventivas "con una sola mano", que permiten a una persona utilizar el lado más fuerte de su cuerpo, también pueden ser útil. Por ejemplo, algunos consideran que el cuidado de las prótesis dentales se hace más fácil al unir un cepillo a una superficie del hogar con una goma de succión y luego mover la prótesis hacia atrás y adelante a través de la escobilla. (Con todo, las pastillas de limpieza para prótesis son muy efectivas para la limpieza de éstas.)
- Además, las personas con Parkinson pueden aprovechar una prescripción de tratamientos de gel de fluoruro de estaño tópicos como una buena estrategia preventiva, tanto a diario en casa como durante las visitas periódicas al dentista.
El fluoruro de estaño se utiliza a menudo en los dentífricos para proteger el esmalte dental de las cavidades, y también está disponible como un gel que puede directamente colocarse en la boca. Dado que éste es un tratamiento mucho más fuerte que el que se encuentra en la pasta dental, el dentista debe ser consultado para recomendar la dosificación y frecuencia de uso.
- Los enjuagues bucales generalmente se desalientan para las personas con Parkinson debido a que presentan un riesgo de asfixia, pero en los casos en que todavía son una opción, lo mejor es buscar aquellos que no son a base de alcohol y que utilizan clorhexidina (un antiséptico) o bicarbonato de sodio.
- Una buena alternativa es un cepillo de clorhexidina, que es un hisopo cargado con clorhexidina que se puede aplicar en los dientes. Están disponibles sólo con prescripción médica, por lo que se deberá consultar al dentista en cada caso.
- Mejorar las visitas al dentista. Hay varias maneras en las que las personas con Parkinson y sus cuidadores pueden mejorar el valor de sus visitas al dentista,
comenzando con la sincronización con el profesional de forma estratégica. Por ejemplo, es aconsejable planificar las visitas para la mañana, cuando los tiempos de espera tienden a ser más cortos.
Además, lo mejor es tomar levodopa 60 a 90 minutos antes de la visita al consultorio para tomar ventaja de un plazo de respuesta de pico, lo que puede mejorar la capacidad del paciente para responder a las exigencias de un examen dental.
Por último, puede ayudar planificar una serie de breves visitas a la consulta en lugar de un menor número de visitas más largas. A medida que progresa el Parkinson, la cantidad de tiempo durante la cual una persona responde de manera óptima a los medicamentos para el Parkinson se reduce, por lo que visitas más cortas pueden ser más realistas y productivas.
- Tener en cuenta los medicamentos y la cirugía. A medida que progresa el Parkinson, los síntomas motores suelen empeorar y la ansiedad puede aumentar, volviendo la atención dental en el hogar y el trabajo dental de rutina más difícil. Un neurólogo a menudo será capaz de ayudar en tales situaciones, sopesar los riesgos de los medicamentos con el beneficio potencial de una intervención dental.
Si los procedimientos invasivos, como la restauración del diente, se indican, éstos deben llevarse a cabo tan pronto como sea posible en la progresión de Parkinson, para minimizar el riesgo.
Si se requiere anestesia general para un procedimiento, el paciente debe ser advertido de que el período de recuperación de una persona con Parkinson puede ser prolongado.

Esta lista informal de sugerencias para mejorar la salud oral no es exhaustiva, pero ofrece un marco de intervención basado en los los datos más serios disponibles (aunque limitados).
Afortunadamente, los investigadores con interés multidisciplinario activamente investigan las relaciones entre la salud neurológica y oral. Esperamos que sus hallazgos conduzcan a intervenciones que mejoren la salud oral en las personas
con la enfermedad de Parkinson.

Fuente: The Northwest Parkinson's Foundation Newsletter

3 Comentarios:

  1. Analía Valle11:27

    He buscado información sobre salud dental en parkinson sin hallar nada durante meses, y aquí encuentro las respuestas que precisaba y muchos datos que desconocía.
    Muy agradecida por el artículo, excelente, me ayudó mucho.
    Analí

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  2. JUANI5:36

    MUY BUENO! GRACIAS. JUANI

    ResponderEliminar
  3. Anónimo22:24

    si gracias por esto

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