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18 enero 2013

Beneficios a corto y largo plazo de rutinas de ejercicios diferentes para las personas con Parkinson


Para las personas con enfermedad de Parkinson, diferentes rutinas de ejercicio proporcionan diferentes beneficios a corto y largo plazo, según un estudio publicado en la edición de noviembre de 2012 de la revista Physical Therapy. Esta nueva información podría ayudar a los médicos a recomendar programas de ejercicios apropiados para las personas que viven con Parkinson.

Ensayos clínicos previos han demostrado que el ejercicio puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas de la EP. Sin embargo, la mayoría de estos estudios examinaron sólo los beneficios del ejercicio a corto plazo, ya que usualmente los participantes son estudiados durante tres a seis meses.

Sin embargo, debido a que la enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica que empeora con el tiempo, el equipo de investigadores del Anschutz Medical Campus, de la Universidad de Colorado, dirigido por la Dra. Margaret Schenkman, consideró que el ejercicio a largo plazo es necesario para superar la pérdida progresiva de la fuerza, la flexibilidad y la equilibrio.

La Dra. Schenkman y sus colegas compararon los efectos a corto y largo plazo de dos programas de ejercicios supervisados ​​con los de un programa de control. Se asignó al azar a 121 personas que estaban en las fases iniciales o medias de la enfermedad de Parkinson (estadios Hoehn y Yahr, estados 1 a 3) a una de estas tres rutinas de ejercicios: 1) un programa de flexibilidad/balance/función (flexibilidad), diseñado específicamente para las personas con EP; 2) un programa estándar aeróbico de resistencia (aeróbicos), y ​​3) como control, un programa para el hogar de ejercicios recomendados por la Fundación Nacional de Parkinson [NPF, por sus siglas en inglés] de EE.UU. Los ejercicios de flexibilidad ya previamente han demostrado servir para mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la funcionalidad en los ancianos. El programa aeróbico consistió en ejercitar en una bicicleta caminadora, una máquina elíptica o una bicicleta estacionaria. El grupo control realizó ejercicios indicados por estudios de la NPF.

Fisioterapeutas supervisaron los dos primeros programas tres veces a la semana durante los primeros cuatro meses, y luego, una vez al mes durante un total de 16 meses. El grupo de control que se ejercitó en el hogar fue supervisado con una sesión de grupo por mes. Los médicos probaron las habilidades de los participantes en general, el equilibrio físico y la economía al caminar antes de que comenzaran el ejercicio y después de los 4, 10 y 16 meses de ejercicio. Los médicos desconocían a cuál grupo de ejercicios estaban supervisando, lo que significa que no sabían quiénes estaban en cada grupo.

Resultados

• En cuatro meses, los participantes en el grupo de flexibilidad mejoraron más que los del grupo de aeróbico o el grupo de control en una prueba de aptitud general. Esta prueba mide la capacidad de los participantes para realizar tareas cotidianas, como hacer la cama, bajar comestibles de las alacenas y levantarse del suelo. Sin embargo, no hubo diferencias entre los grupos a 10 y 16 meses.
• No hubo diferencias entre los grupos en una prueba de equilibrio a los 4, 10 o 16 meses.
• En la prueba de economía al caminar, que mide la cantidad de oxígeno que los participantes consumían en cuatro diferentes velocidades al caminar, el grupo de ejercicio aeróbico mejoró más que el grupo de flexibilidad a los 4, 10, y 16 meses, y más que el grupo control a los 4 y 16 meses.

¿Qué significan estos resultados?

Todos los tipos de ejercicio son beneficiosos para las personas con enfermedad de Parkinson. Este estudio es único debido a su comparación de los diferentes tipos de ejercicio y el relativamente largo seguimiento de las participantes en el estudio (16 meses). Los efectos del ejercicio varían en función del tipo de ejercicio realizado pero todos los tipos parecen beneficiosos para las personas con enfermedad de Parkinson.

El estudio demostró beneficios a corto plazo con una rutina de ejercicios diseñada para aumentar la flexibilidad y el equilibrio de las personas con enfermedad de Parkinson. Los participantes que realizaron esta rutina mostraron una mejor condición física general después de cuatro meses. Pero estos efectos no duraron, lo que fue una sorpresa para los investigadores.

Sólo el ejercicio aeróbico ha demostrado beneficios a largo plazo. Los participantes que realizaron la rutina aeróbica mostraron un caminar más eficiente y económico, esto es, que utilizaban menos oxígeno para caminar la misma distancia que antes. Una mejora de la economía de caminar utilizando la rutina aeróbica podría conducir a una mejor resistencia, menos fatiga y menor cantidad de caídas para las personas con Parkinson. Incluso aquellos en el grupo de control estuvieron bien, no experimentaron una disminución en el rendimiento físico como era de esperar para una persona con enfermedad de Parkinson. Casi el 80 por ciento de los participantes completó los 16 meses de estudio, lo que sugiere que estos ejercicios son prácticos para las personas con enfermedad de Parkinson para mantenerlos durante un largo período de tiempo.

¿Qué podría sesgar estos resultados? Debido a los grandes beneficios del ejercicio, hubo una preocupación ética acerca de no pedirle a nadie que no hiciera ejercicio, por lo que un grupo de control "no-ejercicio" no fue incluído. Además, el estudio y sus participantes eran todos de Colorado, uno de los más estados con más personas que ejercitan físicamente en los Estados Unidos. Es más problable que las personas que viven allí ya se ejercitaran, incluso en el grupo de control, lo que limita la aplicación de estos resultados a otras partes del país (y del mundo). También significa que los efectos podrían ser mayores para aquellas personas que aún no realizan regularmente ejercicios.

Este estudio sugiere que las personas en etapas inicial y media de Parkinson se beneficiarán del ejercicio a largo plazo. La gente podría utilizar el programa de flexibilidad para mejorar sus capacidades físicas generales y un programa de aeróbicos para mejorar su resistencia a largo plazo. Sin embargo, los participantes informaron que necesitaban apoyo continuo para mantener el ejercicio regular en el largo plazo, poniendo de relieve la necesidad de que los profesionales de la salud presten apoyo y aliento a las personas que viven con Parkinson para establecer y mantener buenos hábitos de ejercicio físico.

Fuente: Parkinson's Disease Foundation

2 Comentarios:

  1. Oscar Bonifacio10:44

    Es muy interesante. También estoy de acuerdo en que precisas que tu médico o fisioterapéuta te den un plan de ejercicios adecuado y que realicen un seguimiento de si te sirve o no.
    Gracias por el artículo.

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  2. Gaby4:34

    Buenísimo! Las distintas rutinas de ejercicios tienen que complementarse para dar mejores resultados.

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