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25 noviembre 2013

Violencia contra las mujeres, discapacidad y derechos


Otro 25 de noviembre, en el que conmemoramos el Día internacional contra la violencia de género. Otro año abrumadxs por femicidios, por violencias física, psicológica, emocional, laboral y tantas infringidas contra las mujeres. Otro 25 de noviembre "Día de" que quisiéramos que fuese el último, que cesaran todas las formas de violencia y abuso contra las mujeres, pero es aún un horizonte lejano.

Hace un año nos referíamos a la violencia de género contra mujeres con discapacidad. Decíamos entonces que, muy desafortunadamente, la violencia contra las mujeres con discapacidad es un tema invisibilizado, tanto porque se lo oculta como porque nuestras sociedades asumen como "naturales" múltiples formas de abuso y violencia contra las mujeres con discapacidad.
Recordamos alguno datos de aquella publicación, Violencia contra las mujeres y discapacidad, a la vez que os invitamos a leerla:
  • La incidencia del maltrato y el abuso de mujeres con discapacidad supera ampliamente la de las mujeres sin discapacidad.
  • En un estudio, el 40% de las 245 mujeres con discapacidad entrevistadas había experimentado abuso.
  • Las mujeres con discapacidad experimentan una gama más amplia de violencia: por los asistentes personales (abuso emocional, físico y sexual) y por los proveedores de cuidado de la salud (abuso emocional y sexual), así como tasas más altas de abuso emocional, tanto por parte de extraños como por otros miembros de la familia.
  • Algunas formas de violencia contra las mujeres con discapacidad no son visibles de inmediato como violencia, porque en realidad son legales y aceptadas en la sociedad. Esto es particularmente cierto en las intervenciones e institucionalizaciones psiquiátricas forzadas. Estos actos de violencia se llevan a cabo bajo la autoridad legal del Estado, y en cumplimiento de la política de Estado incorrecta y discriminatoria, y no hay posibilidad de reparación, enfatizando el mensaje que le dice a la víctima que ella es impotente ante todo tipo de violencia.
  • En relación a los hombres con discapacidad, éstas tienen menos acceso a una asistencia médica cualificada y a la rehabilitación; y tienen menos acceso al apoyo social, a la educación superior y a oportunidades de empleo. Una consecuencia de esta desigualdad es que las mujeres con discapacidad se ven privadas de su derecho a la inclusión social y con frecuencia se ven obligadas a vivir en la pobreza.
No hemos avanzado. Las mujeres con discapacidad son víctimas de violencia de género y víctimas de violencia hacia las personas con discapacidad, victimización que no encuentra redes sociales ni organizaciones ni estados que morigeren su elevación exponencial.

La ONU nos informa que 1 de cada 3 mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual, y que algunos estudios demuestran que el 70% de las mujeres experimentó violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental. Son cifras que aterran. No sabemos cuántas mujeres violentadas sufren alguna discapacidad sino gracias a organizaciones independientes e investigadores, que estiman cifras incluso más aterradoras de violencia de género contra mujeres con discapacidad. 
Por ello, nos resultan harto comprensibles y adherimos a las exigencias de la CEMUDIS (Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad):
En el Día Internacional para la eliminación de la Violencia contra las mujeres, la Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad CEMUDIS alerta sobre la situación de violencia que siguen sufriendo las mujeres y niñas con discapacidad recordando, a la sociedad en general y a los poderes públicos en particular, que las mujeres y niñas con discapacidad son víctimas de discriminación múltiple y por tanto mucho más expuestas a la violencia de género, al abuso sexual, al abandono, al maltrato físico y psicológico, a la explotación y a la negación de sus más elementales derechos como seres humanos.
La invisibilidad de la que todavía son objeto las mujeres y niñas con discapacidad, se debe, en gran parte al estigma que se tiene de ellas: “personas inmaduras, infantiles incapaces de toma de decisiones” y se traduce en que se puede abusar de ellas y negarles sus derechos con toda impunidad.
Algunas formas de violencia contra las mujeres y niñas con discapacidad no se visibilizan como tal violencia, debido a que sigue predominando la discriminación por motivos de discapacidad, lo que hace que no sea tenido en consideración en la planificación de las políticas para erradicar la violencia en las mujeres y niñas ni visto por la población en general como un problema social al que hay que dar respuesta.
Por todo ello, EXIGIMOS:
• Que se garantice el acceso a las mujeres y niñas víctimas de violencia a todos los bienes, servicios y recursos a los cuales tiene derecho cualquier mujer víctima de violencia de género.
• Que se incorpore el indicador de la discapacidad en todas las estadísticas de violencia contra las mujeres, tanto mayores como menores de edad, de cualquier ámbito territorial.
• Que se incorpore la discapacidad en las campañas de prevención y sensibilización contra la violencia, y que se distribuyan en formatos accesibles.
• Que se realicen cursos de capacitación para las mujeres con discapacidad, con el fin de que puedan ejercer sus derechos en igualdad de condiciones en la sociedad.
• Que se forme e informe sobre violencia contra la mujer a familiares, personas del entorno, profesionales y voluntarias que intervengan con el colectivo de la discapacidad en general.
• Que se incorpore la perspectiva de la discapacidad en todos los proyectos subvencionados con fondos públicos que vayan relacionados con la violencia contra la mujer, para incluir a las mujeres y niñas con discapacidad en dichas actuaciones.
NADA PARA LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD SIN LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD
A su vez, consideramos de importancia el 2° Manifiesto de los Derechos de las Mujeres y Niñas con Discapacidad de la Unión Europea, adoptado en Budapest los días 28 y 29 de mayo de 2011 por la Asamblea General del Foro Europeo de la Discapacidad, a propuesta de su Comité de Mujeres. Este manifiesto, que se propone como una herramienta para activistas y responsables políticos, no obstante es un documento que aborda cuestiones de relevancia también para las mujeres con discapacidad, indicando sus derechos, a menudo desconocidos y ocultados. Compartimos el documento con la esperanza de que llegue a más mujeres discapacitadas, a sus entornos y a todos aquellos que pueden ayudar a que los derechos de las mujeres y niñas con discapacidad sean conocidos y ejercidos.



Para descargar el documento (y si queréis difundirlo, ayudaréis a comprender estas problemáticas tan difíciles pero impostergables a muchos otros), pinchad AQUÍ.

Las mujeres, y las mujeres con discapacidad, tienen derechos consagrados legalmente, nacional e internacionalmente, y es bueno que los derechos se informen y se conozcan, primer requisito para que puedan ser ejercidos. Pero sea por el contexto donde viven las mujeres, la incapacidad para comunicarles sus derechos, la prolongación intencional de situaciones de abuso y violencia y otras, las mujeres con discapacidad a menudo desconocen sus derechos, e incluso conociéndolos, no pueden ejercerlos. 
Diversas organizaciones de mujeres con discapacidad, de juristas y de derechos humanos de todo el mundo ponen la mira en las barreras que los propios sistemas judiciales -los estados, por ende-, imponen a las mujeres con discapacidad para ejercer sus derechos, tema que abordaremos prontamente.

Una mujer con discapacidad, por años violentada física y emocionalmente por su marido, no quería realizar una denuncia pues temía que, además de quedar sin manera de sostenerse económicamente, le quitasen la "patria" potestad de sus hijos. El marido es el victimario, y los estados y sociedades que les apañamos por ignorancia, estupidez o crueldad no somos menos culpables.

3 Comentarios:

  1. Anónimo5:24

    Violencia contra mujeres y con discapacidad...... Yo me pregunto como puede haber gente tan mal nacida. Como decis no sabemos nada sobre este flagelo, os agradezco mucho que nos informen con seriedad y sensibilidad.
    Soy un hombre que creo nunca lastimé a una mujer, pero estas cosas dan para pensar mucho sobre lo que hacemos. Fuerza, aprenderemos a ser mejores.
    Agradecido por el artículo. Antonio

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  2. Luisa9:53

    Es una realidad terrible y casi desconocida, por segunda vez leo la nota y siento tristeza y enojo.
    Les agradezco mucho que hablen de esta tragedia, con seriedad y sin golpes bajos. Un gran trabajo.

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  3. Anónimo7:44

    Vivimos en una sociedad machista y que se desinteresa por los que tienen dificultades, debemos cambiar profundamente para que la violencia y la injusticia cesen. Saludos, gracias por abordar este tema tan importante.

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