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25 febrero 2015

Urgen acciones para descubrir una cura al Parkinson


El periódico The Guardian, del Reino Unido, informa en un reciente artículo acerca del urgente pedido de nuevos medicamentos para tratar las causas de la enfermedad de Parkinson. Médicos y científicos creen que es necesaria una acción urgente para descubrir nuevos medicamentos para hacer frente a esta enfermedad neurodegenerativa.

El artículo comenta el caso de una persona con Parkinson, Deryal Wood, diagnosticada a sus 45 años, muy representativo de lo que nos sucede a muchas personas con Parkinson. Cuenta que le indicaron L-Dopa, que los temblores se fueron, pero que a los pocos años reaparecieron, por lo que aumentaron la dosis del medicamento. Con ello, sobrevinieron lo que bien denomina "efectos secundarios horribles": congelamiento, caídas, fuertes y constantes calambres musculares. Se le practicó luego cirugía de estimulación cerebral profunda, que morigeró sus temblores y normalizó sus síntomas motores.
Pero, como bien aclara, "sin embargo, no controla la depresión, el insomnio o el agotamiento que también experimento debido a la enfermedad de Parkinson. Los pacientes, como yo, queremos algo que ralentice o detenga la degeneración de las células cerebrales y así se termine la enfermedad."
Compartimos plenamente su punto de vista. La nota avanza en este sentido, y se señala que "es una opinión compartida por un número creciente de médicos y científicos que creen que deben tomarse acciones para descubrir una nueva clase de medicamentos para hacer frente a la enfermedad neurodegenerativa. Los medicamentos actuales sólo tratan los síntomas, dicen, y deben complementarse con agentes que ataquen directamente la causa subyacente. Hasta la fecha, estos esfuerzos han fracasado, a pesar de intensos esfuerzos de las compañías farmacéuticas que han gastado miles de millones en la búsqueda."

"Las compañías farmacéuticas han producido absolutamente nada para ayudar con el proceso degenerativo del Parkinson en las últimas dos décadas", dijo el Dr. Tom Foltynie, del Instituto de Neurología del University College de Londres. "Necesitamos desesperadamente un nuevo enfoque".
Foltynie trataba el tema la semana pasada, ya que los científicos recordaban el 50 aniversario del primer uso de la levodopa, conocida también como L-dopa, el medicamento más eficaz creado para tratar el Parkinson. Se puede extender la calidad de vida de los pacientes durante años, pero con el tiempo pierde su eficacia, como contaba Deryal Wood, y bien podemos testimoniar millones de pacientes en todo el mundo.

Como sabemos, la enfermedad de Parkinson se produce cuando las células del cerebro que hacen de mensajero químico de la dopamina empiezan a morir. Como resultado, los mensajes entre las células cerebrales se ven interrumpidos y los movimientos de los pacientes resultan perturbados.
Algunos sufren de rigidez postural, otros desarrollan temblores. Más tarde pueden desarrollar demencia, ansiedad y depresión, entre otros síntomas no motores. La L-dopa puede enmascarar el desarrollo de algunos de estos síntomas -especialmente aquellos que afectan el movimiento- pero sólo por unos pocos años. Poco a poco los temblores y la rigidez retornan.

Este punto fue respaldado por el Dr. Foltynie. "Esencialmente estamos exactamente en la misma posición en la que estábamos hace 50 años en cuanto a tratar el Parkinson", dijo.
"Estamos restaurando temporalmente el flujo de dopamina en el cerebro, pero no estamos deteniendo la degeneración continua de las células cerebrales. Ha sido una batalla muy frustrante. Los fármacos que se veía muy prometedores en las pruebas de laboratorio han demostrado ser tóxicos o ineficaces cuando realmente se prueban en los pacientes."

Sin embargo, se han producido algunos avances positivos. El equipo de Foltynie está desarrollando un tratamiento de Parkinson prometedor basado en un medicamento para la diabetes, mientras que otro grupo, de la Universidad de Sheffield y financiado por la asociación Parkinson's UK, ha estado utilizando células de la piel tomadas de pacientes con Parkinson para estudiar la forma en que otros medicamentos pueden afectarlas en pruebas de laboratorio.
El objetivo es aislar las drogas que han pasado las normas de seguridad para el tratamiento de otras condiciones, pero que también podrían tener un impacto en la detención de la degeneración de las células cerebrales en la enfermedad de Parkinson.
"El punto crucial es que los medicamentos existentes ya han pasado las normas de seguridad de drogas y entonces se podrían utilizar en pacientes muy rápidamente", dijo el Dr. Heather Mortiboys, uno de los líderes del equipo de Sheffield. "Eso hace este enfoque muy atractivo."

No obstante, sólo los fármacos que pueden pasar a través de la barrera sangre-cerebro funcionarán en el caso de la enfermedad de Parkinson. La barrera, que protege al cerebro contra los ataques de bacterias, también bloquea medicamentos con grandes estructuras moleculares.
"Estamos proyectando miles de fármacos mientras se los clasifica según su capacidad para cruzar la barrera sangre-cerebro y su capacidad para detener la degeneración de las células cerebrales", y han identificado varios que podrían tener potencial como medicamentos para la enfermedad de Parkinson. "Nuestro proyecto lleva dos años y sí, tenemos esperanza", dijo.

Nosotrxs también tenemos esperanza de que se encuentre una cura, y nos alivia que haya médicos e investigadores que comprendan que ha llegado el momento de un nuevo enfoque, que no se centre en atenuar los síntomas motores (y sólo temporalmente), sin mayor atención a los síntomas no motores, y en una ecuación extrañamente terapéutica: más medicamentos, más efectos adversos, y ninguna ralentización ni detención de la enfermedad como tal. Nos sumamos nuevamente a pedir, junto con tantísimxs, que los investigadores y, especialmente, las compañías farmacéuticas, se enfoquen en una cura, que ya son muchos años de morigerar parcialmente los síntomas motores. Gracias, levodopa, pero ya es hora de cambiar radicalmente los esfuerzos hacia un tratamiento de la enfermedad, que es un tratamiento curativo, no paliativo. Que veamos pronto la solución de este grave nudo gordiano.

Fuente: The Guardian

2 Comentarios:

  1. Marcia10:35

    Absolutamente de acuerdo!!! Los medicamentos ayudan pero también hacen daño, y no son para curar sino para a veces mantener a raya los síntomas motores pero duran muy poco. Te los cambian y también duran poco, y la enfermedad avanza con síntomas que empeoran. Deben apuntar a una cura, pensar de otro modo el tratamiento y no conformarse con controlar unos momentos los síntomas motores. Por mi madre y por todos los pacientes, que así sea! Muchas gracias por vuestras notas.
    Marcia Ocampo

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  2. Anónimo0:42

    El análisis que hacen ustedes del artículo aparecido en The Guardian es impecable.

    Todos (quienes hacen el blog y sus lectores) deberíamos hacer un esfuerzo por maximizar la difusión de este texto.

    Copio dos párrafos del Dr. Foltynie, que me dejaron pasmada: (1) "Esencialmente estamos exactamente en la misma posición en la que estábamos hace 50 años en cuanto a tratar el Parkinson" y (2) "Estamos restaurando temporalmente el flujo de dopamina en el cerebro, pero no estamos deteniendo la degeneración continua de las células cerebrales. Ha sido una batalla muy frustrante. Los fármacos que se veían muy prometedores en las pruebas de laboratorio han demostrado ser tóxicos o ineficaces cuando realmente se prueban en los pacientes."

    Así que médicos a investigar más y mejor y laboratorios a dejarse de hacer dinero con el sufrimiento de la gente. Hasta cuándo vamos a tolerar resignadanente que el negocio de los laboratorios esté por encima del sufrimiento de nuestros seres queridos.

    Amanda Bilbao
    Santa Rosa - La Pampa - Argentina

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