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18 agosto 2012

Estudio sobre consciencia de disfagia en la enfermedad de Parkinson

Un estudio sobre disfagia (ampliamente, dificultades en la deglución o problemas para tragar) y Parkinson muestra la baja consciencia de los enfermos de Parkinson de padecer disfagia, y advierte sobre la importancia de informar al paciente sobre ello e incluir a la disfagia en las evaluaciones clínicas del mal de Parkinson. ¿Salivación, problemas para tragar líquidos, alimentos sólidos, se caen los alimentos de la boca, quedan pegados en el paladar...? Precisas ser consciente de estas dificultades y consultar con tu médico.
El estudio "Conciencia de disfagia en la enfermedad de Parkinson", por Bayés-Rusiñol A, Forjaz MJ, Ayala A, Crespo MC, Prats A, Valles E, et al., fue publicado por la Revista de Neurología.

Consciencia de disfagia según la presencia de problemas de eficacia y seguridad

Las alteraciones motoras de la enfermedad de Parkinson (EP), como el temblor, la bradicinesia, la rigidez muscular y las discinesias, pueden afectar el funcionamiento de las estructuras orofaríngeas en el proceso de la deglución y ocasionar disfagia. Sin embargo, el mecanismo de la disfagia en pacientes con EP no ha sido todavía completamente definido, ni tampoco las fases de la deglución más afectadas, aunque es bien conocido que puede presentarse en todas las fases de la deglución, a pesar de que los pacientes permanecen asintomáticos en muchos casos y a menudo poco conscientes del problema.
En la fase oral de la deglución, la principal dificultad radica en obtener una adecuada masticación y cohesión del bolo alimentario, así como para su control en la boca. También pueden aparecer movimientos linguales anteroposteriores repetitivos que impiden la correcta propulsión del bolo hacia la faringe. En general, aumenta el tiempo de la ingesta, pero también puede darse una ingesta de tipo impulsivo al colocarse comida en la boca a ritmo muy rápido y con dificultad para frenar. Todo ello puede ocasionar la salida de comida o líquidos por la boca o por la nariz, y que restos de comida queden pegados en el paladar y en la cavidad oral una vez traspasado el bolo a la faringe. En consecuencia, la eficacia de la deglución estará afectada, lo que, a su vez, puede conducir a una malnutrición o deshidratación.
Las alteraciones de la fase faríngea causan principalmente un enlentecimiento del reflejo de la deglución y un aumento de la duración de los movimientos laríngeos En la fase esofágica, la relajación cricofaríngea es lenta y existe una reducción de los movimientos esofágicos. Las alteraciones en estas dos últimas fases afectan a la seguridad de la deglución. Durante la deglución, puede haber una aspiración traqueobronquial o una obstrucción de la vía aérea, causando neumonía en el 50% de los casos, de los cuales más de la mitad pueden fallecer.
Los trastornos de disfagia en la EP interfieren en la calidad de vida del paciente. La prevalencia de este trastorno varía según el método de evaluación empleado. Cuando se examina con videofluoroscopia, el 75-100% de pacientes con EP muestra dificultades en la deglución. Muchos pacientes no se quejan de disfagia y presentan aspiraciones silentes.
La gravedad de la disfagia depende de características individuales y del curso evolutivo de la EP. Sin embargo, los pacientes no suelen referir problemas para beber o comer en fases tempranas de la EP y no se consulta a especialistas hasta que la disfagia está causando importantes problemas médicos. La detección precoz, seguida de una intervención eficaz, puede reducir las consecuencias de la disfagia en la salud del paciente.
A pesar de que numerosos estudios describen los trastornos de disfagia en la EP y su tratamiento, aún son pocos los que se focalizan en la relevancia clínica de este trastorno. A menudo se relaciona la disfagia con la gravedad de la enfermedad, pero las relaciones entre cambios en la deglución y otras variables de la EP permanecen poco claras.
El principal objetivo del presente estudio fue evaluar en una amplia muestra de pacientes con EP la consciencia o no de tener disfagia y contrastarlo con una evaluación del problema a través de un cuestionario específico. Se esperaba confirmar una baja consciencia de disfagia entre pacientes con EP, tal como se ha visto en otros estudios, y demostrar que la aplicación de un cuestionario específico puede incrementar notablemente la detección de este síntoma. Se esperaba también encontrar signos de disfagia en fases tempranas de EP y que se relacionaran con la gravedad y duración de la enfermedad.

El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de la Fundación Teknon-Centro Médico Teknon. Se distribuyeron 2.000 cuestionarios con una carta informativa y un documento de consentimiento, abarcando pacientes con EP de 27 provincias españolas.
Los pacientes fueron seleccionados por neurólogos del Grupo de Estudio de Trastornos de Movimiento de la Sociedad Española de Neurología y de asociaciones españolas de EP, durante el período entre noviembre de 2005 y junio de 2007. Los cuestionarios, una vez cumplimentados, fueron enviados por los pacientes por correo al centro, la Unidad de Parkinson de la Fundación Teknon, Barcelona.

El análisis confirma una importante falta de consciencia de los problemas de disfagia por parte de los pacientes con EP. El resultado de los cuestionarios también revela una falta de conocimiento de la existencia de espesantes para líquidos. En el estudio, había tanto una falta generalizada de consciencia en cuanto
a los problemas de deglución en pacientes de EP como de las posibles medidas terapéuticas que pueden tomarse. Sorprende que esta falta de consciencia existió a pesar de que el 70% de pacientes con EP recibió tratamiento de logopedia. Probablemente, dicho tratamiento se centraba sólo en los problemas de disartria que pueden aparecer en la EP.

Es importante resaltar que la eficacia y la seguridad en tragar pueden mejorar con el uso de las estrategias simples de control postural y maniobras específicas, como el cierre voluntario de la glotis. Además, enseñando a los pacientes sobre la mejor textura, consistencia y cantidad de alimento que debería ser tragado según variables individuales, y la introducción de sabores ácidos y productos de alimentación fríos, podemos ayudar a mejorar el proceso de deglución de los pacientes con EP.
Los logopedas entrenados de manera apropiada deberían desempeñar un papel importante en la evaluación e intervención de los problemas de disfagia, así como en la enseñanza a pacientes y familiares sobre cuáles son los principales problemas de deglución que pueden presentar. De este modo, los logopedas contribuirían a la detección y tratamiento temprano con el objetivo de evitar las consecuencias más graves de disfagia, como la pulmonía, debido a la broncoaspiración, la desnutrición e incluso la muerte.
Este estudio sugiere que las preguntas específicas ayudan enormemente a la identificación de las dificultades para tragar y que deberían ser consideradas como un objetivo importante para evitar las fatales consecuencias de la disfagia. Dedicando una parte de la evaluación clínica del paciente a hacer preguntas específicas sobre disfagia o pasando pruebas simples de autoinforme, podemos obtener información sobre la presencia de disfagia en los pacientes de Parkinson.

En resumen, este estudio con el cuestionario Dysphapark reveló una alta frecuencia de disfagia en una amplia muestra de la población española afectada por la EP. Además, los resultados indican una falta de consciencia del problema por parte de los pacientes. La falta de consciencia de los problemas de deglución en la EP ya se ha descrito anteriormente, y este problema ya se ha observado y cuantificado en diversos estudios que han usado métodos objetivos, como pruebas radiológicas (videofluoroscopia), procedimientos gastroenterológicos (manometría) y métodos electrofisiológicos (electromiografía orofaríngea).
El hecho de que algunos de los problemas de disfagia en la EP sean a menudo asintomáticos, junto con la falta de consciencia en cuanto a las consecuencias graves de estos problemas, muestra que la exploración clínica e instrumental de la disfagia es esencial en la práctica clínica. La inclusión de un cuestionario específico ayuda al reconocimiento de los posibles problemas de deglución, y la información a los pacientes sobre la importancia de evitar broncoaspiraciones debería formar parte de la asistencia médica en pacientes en situación de riesgo.

Fuente: Revista de Neurología

4 Comentarios:

  1. Hola mi suegro padece parkinson o esta viendo un logopeda aki en Merida, Mexico, este articulo me ha servido mucho ya ke su hijo a pesar de ser médico se le pasea el alma por el cuerpo, tiene toneladas de flema y no kieren sacarle una placa (radriografia) y pues tyo temo ke por broncoaspiracion sea ms grave, espero ecuentre más articulos aki sobre de eso. graicas

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    1. Hola, Elle. Por lo que nos comentas, sería muy conveniente que el médico de tu suegro buscase las causas de la flema (quizá se trate de salivación excesiva también), para descartar cualquier otra condición médica concurrente. La flema puede deberse a otra causa ajena al Parkinson, y es preciso saber cuál es el origen de ello, sea mediante una placa o los estudios que el médico considere más apropiados.
      Como bien dices, el riesgo de broncoaspiración y atragantamiento se incrementa en pacientes con Parkinson, por lo que debe prestársele especial atención a la disfagia y los problemas de deglución en general. ¿El logopeda considera que el problema de tu suegro se origina en disfagia por el Parkinson, ha encarado una estrategia terapéutica en ese caso? ¿Da resultados?
      Fíjate en estos Consejos sobre alimentación (http://nelyvivirelparkinsonenbaleares.blogspot.com/2013/03/consejos-sobre-alimentacion-para.html), donde puedes encontrar más información sobre disfagia y otros problemas de deglución, que tal vez puedan serles de utilidad.
      Determinar la causa de esa flema parece ser el primer paso.
      Cuéntanos cómo van las cosas y si precisas más material, pero estamos de acuerdo contigo: primero, dar con la causa de esa flema.
      Gracias por escribirnos, vuelve hacerlo cuando quieras.
      Saludos atentos a ti y a tu suegro.

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  2. Mi esposo tiene parkinson, se atora frecuentemente hasta casi ahogarse

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    1. Hola, dolores valdivia. Lamentablemente, no es inusual atorarse si se tiene Parkinson. A modo de lectura ampliada, te recomendamos que lean la guía de Consejos sobre alimentación, que incluye apartados sobre la disfagia y cómo procurar manejarla (clickea AQUÍ para acceder. Pero es de suma importancia que consulten prontamente con un logopeda o fonoaudiólogo, ya que ese atorarse frecuente causa problemas en la calidad de vida, que pueden mejorar con terapia específica. No dejen pasar el tiempo, casi ahogarse puede ser grave, pero puede evitarse con información y tratamiento.
      Nos escribes cuando quieras. Saludos a ti y a tu eposo.

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