Científicos de la visión han descubierto una nueva vía para el tratamiento de la pérdida de la visión, una de las complicaciones de la enfermedad de Parkinson.
El tratamiento suave y no invasivo con luz infrarroja puede potencialmente proteger y reparar el daño que se produce en la retina humana en la enfermedad de Parkinson, afirma el profesor Jonathan Stone, del Centro de Visión y de la Universidad de Sydney.
"El tratamiento con luz infrarroja cercana (NIR, en inglés -el infrarrojo cercano es la parte del espectro infrarrojo más próxima a la luz visible por el ojo humano-) ha sido durante mucho tiempo conocido por promover la cicatrización de heridas en tejidos blandos como la piel. Nuestros estudios recientes están demostrando que también puede proteger la retina de los ojos de las toxinas que atacan sus células nerviosas", dice el profesor Stone.
"Hemos estado estudiando un modelo 'de ratón' de la enfermedad de Parkinson, en el que una toxina se utiliza para crear una condición similar al Parkinson. La toxina ataca a las células cerebrales que utilizan en particular una molécula de señalización llamada dopamina, y la luz infrarroja -en la dosis correcta y en el timing adecuado- bloquea el efecto tóxico."
La toxina también mata algunas células retinianas clave que utilizan la dopamina, que son importantes para dar nitidez a la codificación de la retina de imágenes visuales. Sin embargo la luz infrarroja también protege estas células de la retina y reduce el daño.
"Esta protección de las neuronas en el cerebro -y, como sabemos ahora, en la retina- es mejor que los mejores tratamientos establecidos para la enfermedad de Parkinson", expresó el profesor Stone. "El desafío ahora es traducir estos descubrimientos, realizados en modelos de ratones, a los pacientes humanos que sufren de la enfermedad de Parkinson."
La investigación también ha planteado nuevas cuestiones importantes, añade. "¿Cómo, por ejemplo, ¿la luz infrarroja crear esta protección? La respuesta parece ser que la radiación revierte el daño en la maquinaria de las células para la producción de la energía que necesita, a partir del oxígeno. Con su producción de energía restaurada, las células dañadas se reparan y reanudan su funcionamiento."
"¿Funciona la radiación si se administra antes de que la célula se dañe, o sólo después de haberse dañado? El efecto de rescate está ahí de cualquier manera", dice Stone. "Tenemos mucho que aprender sobre el mecanismo y su ritmo, pero estas observaciones iniciales son alentadoras."
"En cuanto a qué tan pronto puede ser aplicado clínicamente, ya hay decenas de ensayos clínicos publicados, utilizando la luz infrarroja para la curación de heridas del tejido blando y para el alivio del dolor; una cantidad pequeña pero de buena calidad de los ensayos clínicos ha sido reportada en relación con la visión humana, la degeneración macular relacionada con la edad y el daño por apoplejía en el cerebro."
"Nuestros nuevos resultados sugieren que la radiación infrarroja será eficaz en la enfermedad de Parkinson. Debido a que la radiación es eficaz a bajas intensidades, con ninguna toxicidad conocida, hay pocas barreras en su caso para los ensayos en seres humanos."
"Enfermedades como el Parkinson son seriamente debilitantes, para el individuo la necesidad es inmediata. Hay muchas razones para que los ensayos sean llevados a cabo tan pronto como sea posible."
En cuanto a los beneficios potenciales para los pacientes de Parkinson, dice: "Principalmente, anticipamos que habría una preservación de la agudeza, la claridad con la que podemos ver los detalles y contornos en el mundo visual. El mismo tratamiento debe tener un efecto protector para el cerebro, así como prevenir o retardar el progreso de otro modo implacable de la enfermedad. Como siempre, vamos a necesitar ensayos rigurosos para saber lo que puede lograrse."
Por último, el profesor Stone expresa que no es de extrañar que el mismo tratamiento funcione tanto para el cerebro como para la retina: "La retina del ojo es realmente una parte del cerebro, la única parte exterior del cráneo; tiene que estar fuera del cráneo para que pueda funcionar como un ojo. En muchos sentidos, la retina es la parte más accesible del cerebro, y muchos descubrimientos sobre el cerebro han comenzado en la retina."
"El Parkinson es una enfermedad doble golpe", señala Stone. "Nuestro sueño es volver atrás tanto el daño al cerebro como el daño a la retina. Cada vez más, esto parece posible."
El estudio "La supervivencia de las células amacrinas dopaminérgicas después del tratamiento de luz infrarrojo cercano en ratones tratados con MPTP", de Cassandra Peoples, Victoria E. Shaw, Jonathan Stone, Jeffrey Glen, Gary E. Baker y John Mitrofanis fue publicado en ISRN Neurology.
Fuente: Science Alert
03 agosto 2012
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la naturaleza de la luz esta en debate materia-energia el paso de la luz atravez de la celula la va a mover a nivel atomico las patres de la neurona lo cual origina cambios
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