Manualidades, artesanías y Parkinson

En estos días leíamos diversos estudios en los que se relaciona al Parkinson con el desarrollo de habilidades artísticas, en particular, la pintura y el dibujo. No es claro si el Parkinson y los medicamentos que se emplean colaboran en este desarrollo o si otros factores, como una mayor necesidad de expresarse y comunicarse, más tiempo libre, una búsqueda de autocomprensión u otras causas son las que incentivan las habilidades artísticas. En cualquier caso, sabemos que muchas personas comenzaron a pintar y dibujar luego de saber que sufrían la enfermedad de Parkinson, con un talento reconocido por otros artistas. También sabemos de pacientes que han desarrollado una gran capacidad para la música y la literatura, aunque ahora queremos centrarnos en las artes plásticas.
¿Se trata de una capacidad que ya estaba en ellos y no habían tenido ocasión o necesidad de exteriorizar o las modificaciones en la química de nuestro cerebro provocan este positivo "efecto secundario"? Como decíamos, no está claro, pero habría que pensar que, si se encontrase una cura al Parkinson, estas habilidades quizá se perderían. Esperamos que se encuentre una cura y que no se pierda nada.
No todos los pacientes desarrollamos habilidades artísticas, desde luego, pero muchos creamos manualidades y artesanías. En parte, porque se nos sugieren como terepéuticas, ya que colaboran con el mantenimiento de la motricidad fina, lo cual es importante. Pero no es la única causa, y tal vez no es la más destacada, pues podríamos realizar ejercicios con la misma finalidad.
¿Por qué crear manualidades y artesanías? Porque creas, transformas la materia en un objeto bello; porque respondes a una necesidad humana de fabricar y crear; porque, mientras creas un objeto, tu mente y tu cuerpo se concentran en el acto creativo, que te presenta desafíos a los que debes enfrentarte y, en ello, tu mente y tu cuerpo ponen en práctica tu inteligencia. Y porque te sientes bien, te distraes mientras te concentras, realizas objetos útiles y bellos, obsequias algo creado por ti a los tuyos, y tantos otros motivos que impulsan a cada cual.
Sin embargo, hay algo de desvalorización de estas actividades. Están quienes, como no son "arte", a lo sumo las consideran hobbies o entretenimientos, reemplazables por cualquier otro. Recordemos que, durante muchos siglos, "artesano" y "artista" eran una misma cosa. ¿Quiénes realizaron esos magníficos vitrales, herrajes, muebles y carpintería, y todas esas obras de arte que pueblan los palacios -o museos, actualmente-, las iglesias, los paseos públicos, las casas antiguas? Los artesanos, esos artistas sin fama ni firma.
Hay quienes consideran que las habilidades manuales no guardan relación con las habilidades cognitivas, como si se tratase de un hacer automático. ¿Acaso la mano se mueve sola cuando realizas una puntada o golpeas un cincel? ¿Acaso no debes planear cómo será la próxima hilera de un tejido mientras tejes la actual, cubrir previamente el área donde no pintarás un baúl, tener un proyecto de lo que harás y cómo lo harás, y solucionar los desafíos que se presentan mientras haces? En este hacer se requiere imaginar, planificar, enfrentar los obstáculos, superarlos, y ello lo hace nuestro cerebro, junto con nuestras manos, y junto con nuestro cuerpo.
Otros piensan para qué hacer lo que se puede comprar, una pérdida de tiempo. No: no lo puedes comprar en una tienda, salvo que el artesano venda sus creaciones. Para qué perder tiempo en encontrarte con un amigo si puedes tener 1000 en las redes sociales...
Frente a estos prejuicios, sobran los motivos para afirmar que la artesanía es más arte que entrenimiento reemplazable, que responde a la necesidad humana de crear y fabricar, que involucra habilidades cognitivas complejas. Y desde luego que realizar manualidades es terapéutico, no sólo desde un aspecto fisioterapéutico: el ballet también es muy bueno para un buen estado físico, pero esto no es lo que motiva a los bailarines ni nos permite disfrutar de El lago de los cisnes.
Vale para los enfermos de Parkinson y para todos: si creas manualidades, no le prestes atención a esos tontos prejuicios, y si no lo haces, ¿por qué no? Los beneficios son muchos, y si quieres verlos sólo como terapéuticos y de entretenimiento, está bien, adelante: no es poco y ya verás los desafíos y las satisfacciones que encontrarás. Ojalá que puedas experimentar hacer una artesanía para alguien a quien quieres y que esa persona atesore tu obsequio porque lo haz hecho tú, y en él hay algo de ti.
Volviendo al comienzo, puede que el Parkinson y los medicamentos colaboren en el desarrollo de aptitudes artísticas, puede que esas aptitudes se exterioricen por otras razones. Pero no todos los enfermos de Parkinson somos artistas ni lo seremos, al menos, en el sentido académico del "arte". En aspectos más relevantes para nuestra plenitud, crear artesanías nos permite el desarrollo de habilidades similares a las artísticas. Además, crear con tus manos y tu mente, incluso arreglar algo que no funciona, nos permite poner en práctica nuestra autonomía, luego, nuestra independencia.
Al parecer, la palabra "artesanía" deriva de arte con las manos, lo que tiene cierta gracia. Inventemos una etimología inexistente para finalizar: artesanía es arte que sana. Lo es.